Los implantes dentales son aditamentos, como raíces artificiales, creados para sustituir dientes ausentes o perdidos por cualquier causa, capaces de integrarse hasta el punto de convivir de forma sana y totalmente natural con el resto de los tejidos de la boca.
Actualmente están fabricados preferentemente de titanio químicamente puro y actúan como sustitutos de las raíces dentales. Tras su colocación dentro del maxilar o de la mandíbula sirven para que, una vez estén osteointegrados, den soporte a los nuevos dientes artificiales que irán unidos a ellos.
Cada implante, como ya hemos comentado, hace las veces de raíz artificial sobre la cual se asentará la corona o prótesis dental y en él podemos distinguir, a semejanza del diente natural:
- Fijación implantológica o implante dental (porción que queda debajo de la encía).
- Pilar transepitelial (porción de la fijación que emerge en la boca).
- Corona o prótesis (que recubre al pilar y es apreciable en boca).
¿En qué consiste el tratamiento con implantes?
Se realiza un estudio previo mediante examen directo, radiología, modelos de estudio, encerados diagnósticos y escáner en ocasiones, luego procedemos a la fase quirúrgica.
Cirugía
La cirugía se puede realizar en la consulta, con anestesia local y quizás con sedación si estuviera indicado. Es excepcional tener que realizarla en un hospital, con anestesia general y su correspondiente ingreso. La cirugía de implantes, aún la más compleja, se caracteriza por su extrema suavidad, siendo mínimas las sensaciones desagradables que percibe el paciente.
El posoperatorio no es doloroso. Es de suma importancia que en esta fase posoperatoria siga al pie de la letra todas las instrucciones de su cirujano.
Elaboración de la prótesis y su colocación
En ocasiones es posible colocar la prótesis dental de forma inmediata. En la misma sesión se extraen los dientes del paciente y se colocan los implantes. A las pocas horas, se colocan las prótesis fijas sobre los mismos.
En los casos en los que la calidad y cantidad de hueso no sea suficiente, recurriremos al método tradicional de esperar de 2 a 6 meses, pudiendo entretanto llevar una dentadura provisional.
Controles periódicos y mantenimiento
Un correcto cepillado diario y acudir a las revisiones periódicas es fundamental. El éxito del tratamiento (con el paso de los años) depende en gran medida de que este punto se cumpla.